INSPIRACION DE LAS ESCRITURAS

 

La Biblia es enteramente la Palabra de Dios, aunque haya sido escrita por hombes. Existen múltiples evidencias que así lo demuestran. Estas evidencias pueden ser clasificadas en internas y externas.

 

EVIDENCIAS INTERNAS. Son aquellas que están contenidas dentro de la misma Biblia; es decir, declaraciones escriturales donde la Biblia afirma ser la Palabra de Dios. Salmos 19:7 al 11 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.  Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.  El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón. Salmos 119:104-105 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira [Nun]  Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Jeremías 36:1-2 Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:  Toma un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy. Juan 10:35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), Romanos 3:2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. 1Tesalonicenses 2:13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 2Pedro 3:15-16 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,  casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.

 

EVIDENCIAS EXTERNAS. Son aquellas que presentan situaciones tocantes a la Biblia que únicamente pueden ser explicadas por medio de la aceptación de que ella es la Palabra de Dios. Algunas de las evidencias externas más notables son las siguientes:

 

SU UNIDAD: La Biblia fue escrita por no menos de cuarenta autores, la mayor parte de ellos nunca se conocieron pues vivieron en épocas muy diferentes con intervalos de hasta 1,600 años, hablaron idiomas diferentes, pertenecieron a culturas diferentes, vivieron en paises diferentes, poseyeron personalidades y oficios diferentes tan variados como lo son el de pescador y poeta, el de rey y médico; pero, a pesar de todo ello, la Biblia no es simplemente una colección de 66 libros diferentes, es un libro que muestra una unidad de principio a fin.

Unidad de continuidad histórica, doctrinal y revelacional. El hecho de que los escritores humanos de la Biblia no se hayan conocido y, muchas veces, tampoco se leyeron, resalta la verdad de que la unidad de la Biblia únicamente puede ser explicada como un milagro que la coloca en la categoría de Palabra de Dios.

 

SU EXTENSIÓN: La Biblia es un libro que no solamente habla de asuntos espirituales. Ella se extiende para tocar temas científicos, históricos, geográficos, culturales, sociales, sanitarios, psicológicos. Pero, aunque la extensión del contenido de la Biblia es tan amplio, resulta un verdadero milagro que todas y cada una de sus afirmaciones, en cualquiera de estos campos, son siempre exactas y sin error. Este hecho cobra mayor realce al considerar que la Biblia es el libro completo más antiguo que conserva la humanidad.

Sus libros fueron escritos en una época en que se ignoraba por completo los modernos descubrimientos; sin embargo, nada de lo que en ellos está escrito ha sido nunca contradicho por descubrimientos posteriores.

Esta infalibilidad en tan diversos campos del conocimiento sólo puede ser explicada por la verdad de que la Biblia es la Palabra de Dios.

 

SUS PROFESIAS: El cumplimiento en la historia de las diferentes profecías bíblicas es una de las evidencias más convincentes de su origenes divino. En la Biblia se encuentran profecías como la de la sucesión de los grandes imperios mundiales, se anuncia por nombre la llegada de grandes conquistadores como Ciro, se profetiza con siglos de antelación de fechas exactas de la venida del Mesías, se profetiza el lugar y la forma de su nacimiento, su carácter, sus milagros, sus palabras, la forma de su muerte, su sepultura, su resurrección. En fin, la mayor parte de la Biblia es profecía y la mayor parte de ella se ha cumplido al pie de la letra, la otra parte se está cumpliendo en el presente y la parte final se cumplirá próximamente conforme al orden que ella misma establece. El hecho de que las diferentes predicciones de la Biblia se hayan cumplido con absoluta exactitud es prueba de su origen sobrenatural.

 

SU ACEPTACIÓN: Aunque no han faltado los detractores de la Biblia, lo cierto es que ella sigue siendo el libro de mayor popularidad jamás escrito. Es el libro que se ha traducido a mayor número de idiomas que ningún otro. Cada año, desde que se inventó la imprenta, ha conquistado el primer lugar en número de ejemplares impresos y distribuidos. Su aceptación es universal, la leen los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos. Ha sido inspiración de escritores, oradores, políticos, artístas, etc. Es el libro sobre el que mayor número de comentarios se han escrito. Millares de eruditos se han dedicado a sus estudios sin agotar, después de siglos, sus enseñanzas y verdades. Este fenómeno literario sin par, es otra prueba de su origen divino.

 

SU PODER: La Biblia es el libro que más vidas ha cambiado. Ella transforma el carácter de los hombres y de los hogares. Su lectura puede librar de los vicios, de las enfermedades, del pecado y de la desesperanza. Su lectura aníma, reprende, consuela, corrige. Quien la lee no vuelve a ser el mismo. Ella ha inspirado grandes hombres de la historia y ha precipitado grandes acontecimientos. Ningún otro libro ha probado tener más poder para mover el corazón humano que la Biblia.